Glorioso requiem para CHÁVEZ
21 de mayo de 1879....
En la colina de Champel
Enviado por Serveto el Lun, 27/10/2008 - 21:46.
¿Quién fué Miguel de Servet? ¿Por qué se le recuerda?. La verdad es que se ha cumplido hoy un año más de su asesinato y no son muchos los que podrían respobnder estas preguntas sin antes consultar alguna enciclopedia. Podríamos pensar quizá, que la educación moderna tiene demasiadas materias que enseñar a nuestros niños, y probablemente no queda tiempo que dedicar a un mártir de la Libertad; a alguien que murió en la hoguera por la Libertad, acusado de herejía, y Nó por la Inquisición, sino por Calvino, el "reformador".
La verdad es que tuvo que haber muchos valientes dispuestos a entregar la vida, a través de los siglos, para que nosotros podamos ser libres hoy.
A continuación una estupenda reseña plagiada de uno de sus descendientes, llamado, .....SERVETO.Tal día como hoy hace 455 años, una comitiva encabezada por los síndicos de Ginebra presididos por la voluntad de Calvino, atravesaba la puerta de la ciudad y se dirigía entre redobles de tambor a la colina de Champel. Cubierto con una túnica y en estado miserable llevaban a la hoguera a Miguel Servet, natural de Villanueva de Sijena en el reino de Aragón.
Su delito, negar la Santísima Trinidad, y oponerse al bautizo de niños. La primera por ser una creación de los hombres, que separa y no une a los que creen en el Dios único, siendo el principal obstáculo para la conversión de moros y judíos. La segunda por ser contraria al ejemplo de Jesucristo que se hizo bautizar voluntariamente una vez adulto.
Conforme al ritual fue atado con cadenas a un poste y rodeado su cuerpo con una cuerda a la que se habían atado sus escritos heréticos para que se quemaran y le abrasaran a él. Los verdugos no escatimaron en crueldad. Una corona de paja impregnada de azufre cubría su cabeza para que prendiéndose enseguida aumentara el dolor y evocara la pestilencia del infierno. La leña, verde y mojada, para que el suplicio fuera bien lento. Y ya lo creo que lo fue, pues el desgraciado tardó más de dos horas en morir. En todo momento durante el suplicio fue requerido a retractarse, pero a diferencia de Galileo, se negó a hacerlo y se mantuvo fiel a sus ideas en la hoguera hasta la muerte.
Le tocó vivir una época extraordinariamente convulsa, a la que correspondió su personalidad excepcional. A los trece años dominaba el latín, el griego y el hebreo. Estudia leyes en Toulouse y a los dieciocho viaja en la corte de Carlos V al servicio del confesor imperial. A los veinte se sumerge en el mundo de los reformadores y escribe su obra "De Trinitatis Erroribus" por la que veinte años más tarde es ejecutado. Humanista y hombre del Renacimiento, su dominio de las lenguas, de las matemáticas y de la medicina, le permite editar la versión española de la Suma Teologica de Santo Tomás, la Geografía de Ptolomeo, o predecir eclipses a la vez que participar en el debate cumbre de la medicina de la época sobre la acción de los jarabes (medicinas)en el organismo.
Anatomista extraordinario y alumno distinguido junto con Vesalio en la Universidad de Paris, es uno de los precursores del método científico que años más tarde consolida Galileo. Curiosamente es en un libro sobre religión, "Cristinismi Restitutio" y buscando el lugar donde reside el alma, donde describe la circulación menor de la sangre.
Pero independientemente de la importancia de sus descubrimientos fisiológicos, o de su labor como polemista religioso, la figura de Miguel Servet se distingue como mártir de la libertad de pensamiento y de expresión de las ideas, cualesquiera que éstas fuesen, en abierto desafío a cualquiera que quisiese coartarla. Las Iglesias Unitarias consideran a Servet su pionero y primer mártir.
Calvino al eliminar a su rival directo perdió su autoridad moral. La injustificable ejecución de Servet escandalizó a muchos pensadores de toda Europa y brindó un poderoso argumento a los defensores de los derechos civiles, quienes se oponían a que se matara a las personas por razones de fe. A partir de ese momento lucharon con más determinación a favor de la libertad de culto.
Leibnitz y Voltaire le rindieron constante admiración.
De nuevo cuando el dogmatismo reaparece, esta vez curiosamente travestido de laico y con el conservacionismo de la naturaleza por coartada, nada mejor que recuperar la huella de una persona que no dudó en dar la vida por sus ideas.
Vaya, en el aniversario de su asesinato, estas líneas de modesto homenaje recordando una cita de su escrito de defensa desde la cárcel de Ginebra:
"Ni con estos, ni con aquellos estoy conforme ni disiento en todo.
Todos tienen parte de verdad y parte de error,
y cada cual descubre el error en otro sin ver el suyo".
¡Qué gran verdad!.
Y... otro homenaje...
Servet, quemado por caníbales con manteos
Por RAÚL DEL POZO
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Voltaire resumió así el desdichado final de Miguel Servet: caníbales con manteos negros se apoderaron de él, de su dinero, y le quemaron a fuego lento para agradar a Calvino. Los jueces de Ginebra violaron los derechos de las naciones y destruyeron a un héroe de la conciencia libre, a un médico, que como después su paisano Cajal, revolucionó la medicina. El protestantismo tiene en la conciencia su Galileo, aquel baturro que se iba de la mojarra, con un ego incontenible y una genialidad cercana a Goya, o a Buñuel; como el de Calanda vivió entre la fe y la blasfemia. Llegó a decir que creer en la Santísima Trinidad era como adorar a un perro de tres cabezas.
«Nosotros –dijeron las cucarachas–, síndicos, jueces de las causas criminales en esta ciudad (Ginebra), visto el proceso hecho y formado ante nosotros a instancias de nuestro procurador criminal, contra ti, Miguel Servet, de Villanueva, en el reino de Aragón, en España, por el cual y por tus voluntarias confesiones en nuestras manos hechas y muchas veces reiteradas, y por los libros presentados ante nosotros, consta y resulta que tú, Servet, has enseñado doctrina falsa y plenamente herética. Te condenamos a ser atado y conducido al lugar de Champel y allí sujeto a una picota y quemado vivo juntamente con tus libros, hasta que tu cuerpo sea totalmente reducido a cenizas».
Era alto, sombrío, moreno, empecinado, tozudo, pedante, sabio, superdotado, paje de obispos, corrector de pruebas en la clandestinidad. Su blanca barba hasta la cintura ardió y también se quemó un cerebro como el de Einstein, cuando las mejores mentes eran destruidas por los papas sodomitas y los luteranos psicópatas. El sabio padecía de una malformación inguinal, posiblemente a consecuencia de una sífilis que trajeron los primeros navegantes de las Indias. Hijo de un notario, de familia de marranos, aunque infanzones, se disipó por las fronteras con diversos alias y apodos; igual que Vives y tantos nigromantes, librepensadores, místicos y santos, anduvo errante, riñó con todos los teólogos, en todas las ciudades, se opuso al bautismo de los niños.
Lo destruyeron porque no estaban de acuerdo con sus interpretaciones de la Biblia, porque descubrió la circulación pulmonar y porque jamás se arrodilló ante patrañas. Fue en las orillas del lago de Ginebra. Dijo el ministro ginebrino: «Ya veis cuán gran poder ejerce Satanás sobre las almas de que toma posesión. Este hombre es un sabio, y pensó enseñar la verdad; pero cayó en poder del demonio». Lanzó espantosos aullidos. El verdugo lo amarró a la picota, le puso una corona de paja untada de azufre y al lado un ejemplar del Christianismi restitutio. Con una tea prendió fuego a los haces de leña, húmeda por el rocío de la mañana.
– ¿Por qué no acabo de morir? Las 200 coronas de oro y el collar que me robásteis, ¿no os bastaban para comprar la leña suficiente para consumirme? Los ginebrinos echaron troncos secos para aliviar el martirio. Así que no está basado en la historia aquel texto de Borges: «Una tradición oral que recogí en Ginebra refiere que Servet dijo a los jueces que lo habían condenado: ‘Arderé, pero ello no es otra cosa que un hecho, ya seguiremos discutiendo en la eternidad’».
Acusado de escribir 38 proposiciones heréticas, de haber difamado a la persona de Calvino y a la iglesia de Ginebra, se le objetó que hubiera escrito de la fertilidad de la Palestina en un libro sobre Tolomeo. Calvino le acusó de panteísta; lo visitó en el calabozo cuando las pulgas se lo comían «Mis calzas están desgarradas, y no tengo camisa que mudarme».
– ¿Crees, infeliz, que la tierra que pisas es Dios? –le preguntó Calvino.
– No tengo duda de que este banco, esa mesa, y todo lo que nos rodea es la sustancia de Dios.
– Entonces también lo será del diablo.
– ¿Y lo dudas?
Nació en la época de hechiceras, conjuros eróticos, jamás olvidó el aroma del romero. En Villanueva de Sijena, a 16 kilómetros de Sariñena, estudió para ser el más grande de todos los herejes. Según Menéndez Pelayo, entre los heresiarcas españoles ninguno le vence en audacia y originalidad de ideas, ni en lo ordenado y consecuente del sistema, ni en el vigor lógico y en la trascendencia ulterior de sus errores. Nació en Tudela, pero se crió en Villanueva. «Son clarísimos –escribió– los españoles de todo orden, por sus navegaciones oceánicas». Habla con melancolía de las mozas de su pueblo que se perforaban los lóbulos de las orejas con un arete de oro o de plata. «Rodean también su talle con cinturón de madera, para parecer más pomposas y no salen de casa si no las acompaña una caterva de criados que las precede y de criadas que la siguen. Se abstienen del vino y deforman su rostro con colirios, munio y cerusa».
Creo que al genio se le iba de vez en cuando la olla, porque tuvo alucinaciones; descubrió a Jesús cabalgando en la cuádriga de Ezequiel y entre los mirtos de Zacarías y a Cristo caminar en las olas del viento, midiendo los cielos con su palmo, «le caben en sus manos las aguas del mar».
«¡Oh, Cristo, Hijo de Dios eterno, salva mi ánima! ¡El hacha! ¡El hacha!», murmuró el caballero andante de la Teología. Théodore de Béze piensa que hay tres terribles monstruos religiosos nacidos en España en el siglo XVI, Loyola, Servet y el conquense Juan de Valdés.
En aquella época, los españoles no eran tan horteras como hoy, ni iban por las ciudades del mundo a comprar, sino a discutir de teología y de amor. Descubrió la impiedad cuando conoció al franciscano José de Quintana, erasmista, confesor de Carlos V. Con él asistió a la coronación del emperador en Bolonia dos años después de la mañana del 5 de mayo de 1527, cuando al atardecer, 25.000 furiosos mendigos con espada y antorcha en la mano, con el santo y seña de Imperio, España, Victoria, invadieron rugiendo Roma. El paje adolescente del cardenal asistió después a la coronación de Carlos V por Clemente VII. Allí se dio cuenta de que al Papa lo llevaban los príncipes en los hombros, y el pueblo vivía de rodillas. Después de ver el espectáculo diría: «La Iglesia católica es una prostituta».
Las dos iglesias cayeron sobre él. «Hoy –escribió Jiménez Losantos– ni católicos ni protestantes gustan de recordar a quienes quemaron, pero tampoco los ateos guardan consideración por quienes dedicaron lo mejor de su tiempo a la teología». La Iglesia protestante reparó en parte su culpa cuando le erigió un monumento. «Somos hijos de Calvino, pero lamentamos el error del siglo».
De su lectura puede apreciarse, con una claridad sorprendente, casi chocante, se diría, cómo la estulticia humana puede transformar una superstición pseudocientífica, (una mera creencia), en una nueva ideología totalitaria; y cómo, a partir de una mitología absurda, sobre un presunto “calentamiento del planeta”, se obtienen y arguyen razones, aparentemente plausibles, para poner en jaque, una vez más, al sistema democrático y al patrimonio de libertades personales a las que estamos acostumbrados y que constituyen, a nó dudarlo, el capital más valioso, y la riqueza inmanente de nuestra civilización.
Es chocante que el autor del dislate sea un académico, y de un país de la órbita occidental, justamente de uno de aquellos paises donde la población goza de mayores libertades y mejores condiciones de vida, gracias a un sistema democrático y capitalista profundamente arraigado.
Es chocante la ligereza, la imprudencia y la insensatez con que el autor lanza frases como: “¿es suficiente la democracia?” (justo en el título); o como: “La democracia liberal es dulce y adictiva”, y “la libertad individual desenfrenada abruma muchas de las necesidades colectivas de los ciudadanos”; o como: “Debe haber mentes abiertas a considerar críticamente la democracia liberal”; y “La reforma debe implicar la adopción de estructuras para actuar rápidamente sin importar lo que algunos percibieron como libertades”.
Es de notarse que, a despecho de las credenciales académicas del autor, el artículo se funda sobre una tesis que objetivamente es una perfecta imbecilidad; la cual es, suponer, así sin más, que la prohibición de las bolsas plásticas de compras en China es una medida de “mitigación del cambio climático”, disparate que no resiste ni el menor análisis, independientemente de si uno esté o nó de acuerdo con la prohibición. No cabe duda de que la basura plástica representa un problema serio de contaminación, pero no hay nada que pueda hacer pensar que aquella basura sea un factor del clima.
Climate change, is democracy enough?
By David Shearman - posted Thursday, 17 January 2008
http://www.onlineopinion.com.au/view.asp?article=6878
About the Author
David Shearman is Emeritus Professor of Medicine and Hon Visiting Fellow, Department of Geography and Environmental Sciences, University of Adelaide and Hon Secretary, Doctors for the Environment Australia. He is coauthor , with Joseph Wayne Smith, of two books: The Climate Change Challenge and the Failure of Democracy, Praeger, Davenport, Connecticut 2007, a series from the Pell Center for International Relations and Public Policy; and Climate Change Litigation. Analysing the law, scientific evidence and impacts on the environment, health and property Presidian Legal Publications, October 2006.
Quizás las noticia más significativa en el frente del cambio climático era, la semana pasada, el aviso de que los bolsos plásticos serán prohibidos en China en el lapso de seis meses.
Déjeme analizar porqué esto es tan significativo.
La ciencia contenida en los informes de IPCC nos dice que la crisis ecológica generada por el cambio de clima es una amenaza abrumadora para la humanidad.
Desafortunadamente parece cada vez más probable que el IPCC subestime la velocidad del cambio de clima.
Ésta es la base para las declaraciones de muchos científicos de que la reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero debe ocurrir en las dos décadas próximas o puede ser demasiado tarde.
Para muchos de nosotros, por lo tanto, un cambio en bombillas (de luz) de los ciudadanos es importante en términos de reconocimiento del problema, pero el efecto es infinitesimal en contraste con las acciones requeridas de los gobiernos.
Éstos son a menudo los gobiernos que se jactan de acciones de mitigación del invernadero (en las sociedades ricas) mientras facilitan y aprueban vastos proyectos de generación a carbón en nombre del desarrollo económico perpetuo.
Déjenos de vuelta a las bolsas de plástico.
La interdicción ( de las bolsas plásticas) en China ahorrará la importación y el uso de cinco millones de toneladas de aceite usadas en su fabricación, solamente una gota en el océano del pozo de petróleo del mundo.
Pero la importancia de la decisión está en el hecho de que China puede hacer eso por edicto y decretar el cierre de las fábricas. No tienen que preocuparse de la pérdida de donaciones políticas o por tener trabajadores temporalmente parados.
Han juzgado que su acción favorece las necesidades de la sociedad china en conjunto.
China se ha convertido, o está a punto de convertirse, en el emisor más grande del mundo de gases de invernadero.
Su desarrollo económico sugiere que pueda pronto emitir tanto como todo el resto del mundo junto.
Su ambiente está en un estado deplorable, con los ríos y el agua potable densamente contaminados, contaminación atmosférica seria, con gran incidencia en enfermedades.
La contaminación y El cambio de clima están reduciendo la tierra productiva frente a una población cada vez creciente lo que obliga a que se importe algunos de sus productos alimenticios.
Sus centros poblados serán candidatos a la inundación temprana por subida del nivel del mar y la fusión de glaciares del Himalaya reducirá su abastecimiento de agua.
Todo esto sugiere que las reglas Chinas de ahorro pueden ser las primeras en desbloquear la mitigación de las emisiones de gases de invernadero y que tendrán éxito por ser decretos.
Reconocerán que la alternativa es hambruna y desorden social
Pongamos en contraste esto con las indecisiones de las democracias que juntas producen aproximadamente la otra mitad de las emisiones del invernadero del mundo.
Es quizás razonable hacer al lector una pregunta:
¿Considerando el desempeño de las democracias en la reducción de emisiones durante la última década, usted siente que las democracias pueden y quieren reducir sus emisiones en un 60-80 por ciento este siglo o quizás más importantemente, en aproximadamente 10 por ciento cada década?
Si usted le dice “sí” entonces ud. Desconoce un largo historial de persistentes fracasos en una amplia gama de gestión ambiental que lleva al agotamiento de recursos naturales y agua dulce, biodiversidad y pérdida de servicios ecológicos, pérdida de tierra productiva y agotamiento de las fuentes esenciales del alimento tales como pescados del océano.
En Australia, un exceso de democracia tuvo mucha responsabilidad en el fallecimiento del querido río Murray, en donde la discusión ha substituido la acción.
Tal análisis de la democracia se presenta en el libro The Climate Change Challenge and the Failure of Democracy, co-escrito por mi y José Wayne Smith, en una serie del Pell Center for International Relations and Public Policy.
La razón fundamental de que la democracia en su actual forma se halle entrabada (engrillada) se relaciona con su fusión con las necesidades de la empresa corporativa pero también importante es la negación humana para reconocer sus limitaciones y la inhibición para criticar la democracia y para ejecutar reformas.
La democracia liberal es dulce y adictiva y de hecho en el caso más extremo, los E.E.U.U., la libertad individual desenfrenada abruma muchas de las necesidades colectivas de los ciudadanos.
El tema es casi sacrosanto y aquellos que critiquen son llamados marxistas, socialistas, fundamentalistas y peor.
¡Se utilizan estas etiquetas porque no han sido percibidas las alternativas a la democracia!
El soporte de la democracia occidental es un presidente prosélito y mesiánico, que dirige una democracia fallida.
Debe haber mentes abiertas a considerar críticamente la democracia liberal.
La reforma debe implicar la adopción de estructuras para actuar rápidamente sin importar lo que algunos percibieron como libertades.
No es que la democracia liberal no puede reaccionar una vez que algo se considera una amenaza, por ejemplo, la respuesta rápida a una emergencia financiera internacional reciente.
¿Si los gobiernos pueden reconocer una emergencia financiera y en un instante mover cielo y tierra (y mover mil millones dólares, de libras esterlinas y de euros) para contenerla, por qué no pueden hacer iguales en respuesta a una emergencia ambiental global?
Simplemente porque nuestro sistema está concebido para vivir y para respirar en el actual sistema económico; el problema es que vivir y respirar dentro de los límites de los sistemas ecológicos del mundo es contrario a la actividad del progreso y del desarrollo según lo definido así en la democracia liberal.
La decisión china sobre bolsos de compras es autoritaria y se pone en contraste con las soluciones ineficaces voluntarias propuestas en la mayoría de las democracias occidentales.
Vamos a tener que mirar cómo las decisiones autoritarias basadas en el consenso de la ciencia se pueden ejecutar para contener las emisiones de gases de invernadero.
No es que toleremos o no toleremos tales decisiones en el corazón mismo de nuestra sociedad, en la amplia gama de empresas desde imperios corporativos a unidades de emergencia. Si no actuamos urgentemente podemos encontrar que hemos elegido libertad total antes que vida.
La última sentencia es digna de leerse dos veces:
"Si no actuamos urgentemente podemos encontrar que hemos elegido libertad total antes que vida".
¿Puede concebirse un sofisma más perverso? ... ¿Una dicotomía más absurda?. ¿Puede acaso, el hombre libre y civilizado, aceptar que se le imponga una elección entre Vida y Libertad?.
Este puede ser el comunismo del siglo XXI
Hoy puedo comprar un auto de tercera o cuarta mano al mismo precio de su valor de chatarra, y a menos también; en realidad hasta por el precio de DOS RUEDAS de un auto nuevo, puedo conseguir un vehículo usado. En el taller que tengo a media cuadra de mi casa le puedo reparar lo que haga falta, y virtualmente cualquier repuesto lo conseguiré en alguna desarmaduría. Así entonces, cualquiera, no sólo yo, sino cualquiera puede tener un auto en Chile; y esto es el CAPITALISMO, el sistema en el cual vivimos, y en el que se supone que somos libres; ganamos lo que podemos y gastamos en lo que queramos, sólo con la limitante del precio obvio,...... bueno, parece que ya no será así;
ya no será el precio el regulador: será la "sustentabilidad".
UN CRIMEN NEFANDO
A modo de presentación:
Junto a una dilatada trayectoria en la docencia universitaria y la investigación científica, Dn Fernando Orrego ha sido un autor prolífico y motivador, que combina la honesta difusión de la ciencia con su profunda vocación humanista, en un estilo culto y prudente pero siempre clarísimo en la denuncia del Genocidio Silencioso que tenemos la desgracia de presenciar como espectadores impávidos.
Sus escritos han tenido influencia en la formación de grupos pro-vida en Chile.
El profesor Orrego es casado con Dña. Ma. Cristina Sánchez, y profesa la religión católica.
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